viernes, 29 de febrero de 2008

Los hilos de la vida



¿Títere o titiritero?

"Solo vemos lo que queremos ver, no más, no menos"

Así, el ser humano, solo ve lo que desea ver, es feliz en su ignorancia, estando con los ojos tapados salvo finas lineas o aperturas que una mano cubre sobre nuestras cabezas. Y es que... ¿que mayor miedo y dolor, que el de lo desconocido y el de lo repudiado?...

Guiados por hilos en la sombra, sin sentirlos o verlos, no porque no se pueda, sino porque no se quiere ver, porque se prefiere vivir en la mentira que te gusta que en la realidad que odias... Tan meramente sencillo e irrisorio, pero tan complejo y delicado. Y es que hay gente dominada, engañada tras un bonito espectáculo de sonrisas y luces, manejadas como títeres porque utilizan sus deseos, ilusiones o esperanzas como hilos con los que manejarlos.

Y sientes la caricias de las palabras que inundan el corazón de sentimientos, y sientes el beso dulce de la esperanza, y sientes la ilusión que te hace vivir, junto a tí... Todo lo que quieres oír, todo lo que te gustaría que sucediese, delante, a tus manos...pero mira a tu alrededor, no todo es como se desea, ni nada como se imagina.
Hipocresias de palabras por delante y verdades por detrás, juegos de manejo, de utilizarte o emplearte, beneficios y poco más, todo ello constituye esta forma de vida, este modo de conseguir que unos utilicen a otros, que muevan ficha para obtener sus fines, sin importar el peón al que mueven.

Las personas ya no miran a quien tienen a su alrededor, ya no intentan sentir lo que los demás sienten, ya no intentan saber el porqué de las razones de los demás. Ya solo importa el "yo", el vivir yo y hacer lo que yo quiero sin mirar quien ha caido en el rastro de mi camino. Ya no se piensa y razona con las acciones, ya no importa ni se mira si con una palabra o una acción he apuñalado a alguien, solo la ruta que yo quiero seguir, y los demás no cuentan.

Así pues, mediante ilusiones o deseos, te mantienen en la esperanza, ocultan lo necesario y muestran lo requerido, y tú, como títere, actuas a obediencia. No directa, sino de manera indirecta, actuando por tu cuenta pero por el camino que marca el titiritero, y sigues con los ojos vendados y la ignorancia a flote aún tras evidencias, porque prefieres engañarte a pensar en la realidad. Y es entonces, cuando la venda cae y tus ojos libres ven, cuando del cielo te precipitan al abismo, cuando sientes el pozo abierto en tu pecho, cuando te sientes mal y utilizado, cuando la rabia te inunda y te llena, cuando sabes que has sido engañado, que todo lo demás era un sueño, y... que el muro que tienes delante, es la realidad.

Marca tu camino, observalo todo y sé objetivo. No esperes milagros ni dejes pasar las dudas. Mantente firme, recio y al frente, y las palabras, si no van seguidas de actos, de poco sirven.

Somnia et animae cum dictorum occidit

Porque yo soy el titiritero, no el títere.

1 comentario:

Agusto Marin dijo...

Bien, muy bien. ¿de cual titiritero hablas?..me ha gustado el texto...¿de qué farsa hablas?, lo has explicado muy elocuentemente, sabes de lo que estas hablando...¿qué matríz has visto cuando te has quitado la venda?..dilo ya¡¡¡....dejemos la comedia de una buena vez.....¿¿¿quién esta detrás de los títeres????